Uso en caninos para el tratamiento del dolor moderado a severo de diversas etiologías.
Para tratamiento del dolor en traumas agudos, dolores de tipo crónico, dolor refractario a otros tratamientos, en estados cancerosos, dolores osteoarticulares y musculares, dolores viscerales en general y sindromes urológicos en las distintas especies, sindrome posterior a la amputación, “miembro fantasma”.
Para tratamiento del dolor post quirúgico (debido a su baja depresión cardiorrespiratoria puede recomendarse como droga de primera elección para el dolor postoperatorio reemplazando a la morfina).